Por: Ernesto Pérez Vera
Las pistolas semiautomáticas, o sea las que disparan tiro a tiro o a cada acción ejercida sobre el disparador y siempre que sigan manteniendo munición en el cargador, suelen poseer dos tipos de seguros: Manuales y Automáticos, también denominados Externos o Internos respect
ivamente. En muchos modelos de pistolas, tanto actuales como modelos algo trasnochados, coexisten ambos sistemas, en otros, solo uno de ellos.
Los sistemas de seguridad de las pistolas, y del resto de armas, son mecanismos que actúan de tal modo sobre el sistema de disparo o percusión, que permiten o impiden la activación final y definitiva de los referidos sistemas de “fuego”. En los seguros Manuales, como su nombre indica, será el tirador quien, voluntariamente, activará, “a golpe de dedo”, el seguro.
En los seguros Automáticos NO interviene, de modo directo y personal, el usuario del arma, sino que serán los mecanismos del arma los que desactivará el seguro. Esto ocurrirá, tras, como norma general, ejercer el operario, la presión adecuada sobre el disparador, el cual, realizará el recorrido exacto para que se desactive el seguro automático.
Seguros de activación manual
Los seguros Manuales son activados, normalmente, por el dedo pulgar de operador del arma. Naturalmente, si el tirador ha sido debidamente instruido, usará el pulgar de la mano fuerte, es decir, la mano que empuña el arma y con la que es hábil operador. Existen, cada día más, modelos de armas que proporcionan aletas o palancas de seguro ambidextras; si bien, más extenso es, cada día, el uso de aletas que, de modo bastante rápido, se pueden permutar de la parte izquierda a la derecha del armazón, para así cubrir las necesidades de todos los tiradores, sean usuarios de una mano o de la otra. Ni que decir tiene que, los armazones de estas armas, donde van instaladas las aletas de seguros, han sido diseñados y fabricados para permitir esos cambios “universales”.
Generalmente, el Seguro Manual actúa bloqueando el canal por donde discurre la aguja hacia el grano de fogón, u ocultando o desplazando la aguja percusora, o alguna de sus partes, pues existen agujas segmentadas en dos partes, siendo una de esas partes, la que se oculta o desvía al ser accionada la aleta o palanca de Seguro Manual. También existen Seguros Exteriores o Manuales que actúan sobre el sistema de disparo -disparador o gatillo- y no sobre la aguja percusora. Esto sucederá, como horma general, si la aleta de seguro está instalada en el armazón o en la corredera del arma.
Sistemas de seguridad autónomos…
Entre los Seguros Automáticos encontramos varios tipos: Seguro Automát
ico de Aguja. Seguro de Empuñadura. Seguro de Cargador. Seguro de Caída de Martillo y Seguro de Acerrojamiento Incompleto.
Al hablar de Seguro Automático, casi siempre se hace referencia al que actúa directamente sobre la Aguja Percusora, este es el Seguro Automático por antonomasia. Este tipo de mecanismos, yo diría que, está presente en la totalidad de las pistolas modernas. Los mecanismos de este tipo de seguro, se encuentran establecidos en el interior de la corredera, de ahí que, también se les llame Seguros Internos.
El Seguro Automático siempre está activado, o sea, la aguja percutora siempre está bloqueada en su canal. Se desactiva cuando el disparador ha recorrido un considerable tramo del espacio que debe recorrer para liberar el mecanismo de disparo.
Seguro de Empuñadura es aquel que impide el disparo aún accionado el disparador, -con recámara alimentada, lógicamente- s
i acaso, la empuñadura no se encontrara completamente asida por la mano del tirador. Lógicamente, el hacer un completo y total agarre de la empuñadura, implica, a la par, el agarre y desactivación de ese seguro. Generalmente, se compone externamente de una tecla localizada en el “cuello” de la empuñadura.
Existe un sistema similar, y muy poco usado, que se ha hecho famoso por la firma alemana HK, la cual, en su día, usó en el modelo P7. Me refiero a un sistema de “Seguro de Empuñadura” que se ubica en la parte delantera de la empuñadura, y no atrás como en las clásicas y míticas Colt 1911 y sus “réplicas”. En el caso de la HK-P7, y su saga, la presión de la tecla activa los mecanismos de disparos, en vez de desactivar los de seguro.
El seguro Automático de Cargador es aquel que impide el uso del sistema de disparo del arma, incluso cuando la recámara está alimentada. Con este sistema de seguridad, si el cargador no está alojado en su brocal, o bien, estando éste alojado, no lo está de modo completo, el arma no podrá abrir fuego, incluso, como dije antes, aún teniendo la recámara alimentada.
El sistema de Caída de Martillo, es un sistema de seguridad que impide el disparo d
el
cartucho alojado en la recámara, cuando cayendo el arma al suelo, incluso recibiendo un golpe directo en el martillo, y estando el éste en posición de “montado” o abatido. Esto es posible, generalmente, gracias un sistema de dientes en la base interna del martillo, que impiden que éste acabe tocando la cola del percutor. Otro método, es el que también algunos revólveres usa: la interposición de masas, o sea, una pequeña pieza que impide que el martillo toque la aguja percusora, hasta tanto en cuanto, el disparador no esté oprimido de modo correcto.
Mecanismos de Seguridad de Cierre Incompleto. Este sistema de seguridad, impide que la pistola produzca el disparo, si la corredera
no está completamente obturada sobre el armazón. A veces, durante la secuencia de disparo, se produce el incompleto acerrojamiento del arma, siendo muchas veces responsabilidad de la calidad o cantidad de la pólvora del cartucho. Otras veces, el incompleto cierre, lo produce el tirador que sostiene el arma de forma débil durante la secuencia de tiro.
En ocasiones, incluso antes de abrir fuego, se activa, de modo automático, este sistema. Esto ocurrirá por culpa directa de operario, el cual, puede que por acompañar a la corredera en su recorrido de cierre, impida el correcto y completo “sellado de mecanismos”. Por ello los Instructores, a veces, insistimos en que se deje avanzar la corredera por su propia inercia. También, el exceso de suciedad en el arma, puede provocar que el cierre no se produzca completamente.
Las pistolas semiautomáticas, o sea las que disparan tiro a tiro o a cada acción ejercida sobre el disparador y siempre que sigan manteniendo munición en el cargador, suelen poseer dos tipos de seguros: Manuales y Automáticos, también denominados Externos o Internos respect

Los sistemas de seguridad de las pistolas, y del resto de armas, son mecanismos que actúan de tal modo sobre el sistema de disparo o percusión, que permiten o impiden la activación final y definitiva de los referidos sistemas de “fuego”. En los seguros Manuales, como su nombre indica, será el tirador quien, voluntariamente, activará, “a golpe de dedo”, el seguro.
En los seguros Automáticos NO interviene, de modo directo y personal, el usuario del arma, sino que serán los mecanismos del arma los que desactivará el seguro. Esto ocurrirá, tras, como norma general, ejercer el operario, la presión adecuada sobre el disparador, el cual, realizará el recorrido exacto para que se desactive el seguro automático.
Seguros de activación manual
Los seguros Manuales son activados, normalmente, por el dedo pulgar de operador del arma. Naturalmente, si el tirador ha sido debidamente instruido, usará el pulgar de la mano fuerte, es decir, la mano que empuña el arma y con la que es hábil operador. Existen, cada día más, modelos de armas que proporcionan aletas o palancas de seguro ambidextras; si bien, más extenso es, cada día, el uso de aletas que, de modo bastante rápido, se pueden permutar de la parte izquierda a la derecha del armazón, para así cubrir las necesidades de todos los tiradores, sean usuarios de una mano o de la otra. Ni que decir tiene que, los armazones de estas armas, donde van instaladas las aletas de seguros, han sido diseñados y fabricados para permitir esos cambios “universales”.
Generalmente, el Seguro Manual actúa bloqueando el canal por donde discurre la aguja hacia el grano de fogón, u ocultando o desplazando la aguja percusora, o alguna de sus partes, pues existen agujas segmentadas en dos partes, siendo una de esas partes, la que se oculta o desvía al ser accionada la aleta o palanca de Seguro Manual. También existen Seguros Exteriores o Manuales que actúan sobre el sistema de disparo -disparador o gatillo- y no sobre la aguja percusora. Esto sucederá, como horma general, si la aleta de seguro está instalada en el armazón o en la corredera del arma.
Sistemas de seguridad autónomos…
Entre los Seguros Automáticos encontramos varios tipos: Seguro Automát

Al hablar de Seguro Automático, casi siempre se hace referencia al que actúa directamente sobre la Aguja Percusora, este es el Seguro Automático por antonomasia. Este tipo de mecanismos, yo diría que, está presente en la totalidad de las pistolas modernas. Los mecanismos de este tipo de seguro, se encuentran establecidos en el interior de la corredera, de ahí que, también se les llame Seguros Internos.
El Seguro Automático siempre está activado, o sea, la aguja percutora siempre está bloqueada en su canal. Se desactiva cuando el disparador ha recorrido un considerable tramo del espacio que debe recorrer para liberar el mecanismo de disparo.
Seguro de Empuñadura es aquel que impide el disparo aún accionado el disparador, -con recámara alimentada, lógicamente- s

Existe un sistema similar, y muy poco usado, que se ha hecho famoso por la firma alemana HK, la cual, en su día, usó en el modelo P7. Me refiero a un sistema de “Seguro de Empuñadura” que se ubica en la parte delantera de la empuñadura, y no atrás como en las clásicas y míticas Colt 1911 y sus “réplicas”. En el caso de la HK-P7, y su saga, la presión de la tecla activa los mecanismos de disparos, en vez de desactivar los de seguro.
El seguro Automático de Cargador es aquel que impide el uso del sistema de disparo del arma, incluso cuando la recámara está alimentada. Con este sistema de seguridad, si el cargador no está alojado en su brocal, o bien, estando éste alojado, no lo está de modo completo, el arma no podrá abrir fuego, incluso, como dije antes, aún teniendo la recámara alimentada.
El sistema de Caída de Martillo, es un sistema de seguridad que impide el disparo d


Mecanismos de Seguridad de Cierre Incompleto. Este sistema de seguridad, impide que la pistola produzca el disparo, si la corredera

En ocasiones, incluso antes de abrir fuego, se activa, de modo automático, este sistema. Esto ocurrirá por culpa directa de operario, el cual, puede que por acompañar a la corredera en su recorrido de cierre, impida el correcto y completo “sellado de mecanismos”. Por ello los Instructores, a veces, insistimos en que se deje avanzar la corredera por su propia inercia. También, el exceso de suciedad en el arma, puede provocar que el cierre no se produzca completamente.
Algunos profesores consideran que, el sistema automático de Desamartillado, que muchas pistolas modernas poseen, deben ser considerados mecanismos de seguridad, a estudiar dentro del apartado de los seguros automáticos. Personalmente, no lo creo así, si bien, es indudable, que el empleo acertado de estos mecanismos, aporta mayor ni

También, hay quien sostiene que el sistema Indicador de Cartucho en Recámara, es un sistema de seguro a estudiar dentro de los llamados: Seguros Automáticos. Me reitero, como dije anteriormente, no lo es en mi opinión, si bien, también puede aportar “dosis” de seguridad al usuario.
Haré un escueta y especial mención, al sistema de disparador de la armas de la saga Glock, si bien, otras marcas han emulado el sistema. Me refiero a esa “media luna” que
existe en el disparador, -gatillo- de estas armas. Esa “media luna”, si no es totalmente presionada a la par que el resto del cuerpo del disparador, no producirá el disparo. Así pues, una acción sobre el disparador, que no alcance a esa “media luna”, no hará posible el “fuego”
Consideraciones de operatividad práctica de los seguros
Desde el punto de

Soy de los que considera que el arma debe estar siempre lista para su uso, -me refiero a las armas de seguridad y defensa- así pues, esas aletas de seguro que existen en correderas o armazones, pueden ser activadas de modo involuntario en el peor instante, esto es, justo cuando se produce el desenfunde para iniciar una acción de disparar el arma. Esto que digo, no es tan descabellado, ocurre, y además con demasiada frecuencia, por suerte, casi siempre en los entrenamientos.
Todo esto, puede ocurrir cuando se desenfunda y se empuña el arma con estrés. Pero sobre todo, se conocen muchos casos en los que, de modo involuntario, se activó el seguro de aleta al tratar de montar el arma, para alimentar la recámara. Esto es muy frecuente que ocurra en situación de estrés máximo, más aún cuando la aleta de seguro va instalada en la corredera de la pistola. Si alguien cree que exagero, que pregunte a los usuarios de las recientemente entregadas pistolas Berettas de nuestra Guardia Civil. Durante entrenamientos bajo estrés, es sumamente fácil que lo narrado se produzca ¡pregunten, pregunten¡
Si los desenfundes se realizan desde fundas ocultas bajo las ropas, y se efectúan en ciertas condiciones de estrés, el “incidente”, está servido, y además, en tantos por cientos muy elevados. Naturalmente, estoy tratando solo los supuestos de armas profesionales para el empleo en agentes de seguridad,

Con los eficaces seguros Automáticos que hoy montan las pistolas modernas, y con la adecuada mentalización y formación, -todo ello debe ir de la mano- la necesidad del seguro manual NO existe. El problema es que, no existe esa adecuada formación en la materia, al menos de modo general, por ello, los profesionales precisan “psicológicamente” de la presencia de seguros manuales en sus armas, incluso cuando no saben sacarles todo el partido. La NO formación de la que, es poseedor y sabedor, el agente medio, le obliga mentalmente a necesitar de un seguro de activación a su antojo: seguridad subjetiva.
Existen otros supuestos de activación manual del seguro, y esta vez, de activación voluntaria. En los entrenamientos, veo con frecuencia como algunos agentes que nunca usan el seguro, o incluso usándolo de modo habitual, lo activan durante una explicación del Instructor, no recuerdan segundos después, que el mecanismo sigue activado, así pues, cuando se reanuda el ejercicio y recibe la orden o el estímulo de “fuego”, desenfunda, encara el arma y:…no dispara, ¡olvidó desactivar el seguro!
En esos casos, ante un enfrentamiento real, tendríamos, seguramente, una baja, o en el mejor de los casos, no se hubiera podido responder eficazmente al agresor. Créanme, esto pasa, y no solo en entrenamientos, pasa también en la vida real, y ahí, en la calle, provoca muertes o lesiones graves. Sin ir más lejos, en diciembre de 2009, en una importante ciudad andaluza, agentes policiales de un cuerpo estatal abatieron a un hombre que minutos antes, con una escopeta, trató de matar a su familia. Los agentes, tras una persecución, por varias calles de la c

Señores, seamos serios, sinceros y honestos. Los revólveres se siguen usando en nuestra profesión, sobre todo, se siguen empleando en horarios de no servicio, en fin, como armas particulares. Se emplean también, con bastante frecuencia, a nivel privado por los particulares poseedores de la Licencia B, -licencia de armas para defensa de particulares- No digamos ya, en el sector privado de la seguridad, donde el revólver de cuatro pulgadas de cañón, es reglamentario, por norma estatal, para dotar a los miles de Vigilantes de Seguridad que prestan servicios con armas. ¿Y pasa algo? ¡No, no pasa nada¡ no estamos todos los días oyendo que se producen disparos accidentales que salgan de revólveres, ¿verdad que no?
Pues bien señores, los revólveres, carecen de seguros manuales, y además, para más refuerzo de mi teoría, no poseen una recámara alimentada, -caso de las pistolas- poseen varias recámaras alimentadas, como mínimo cinco, pero pueden llegar hasta las nueve recámaras en determinados revólveres.
Miremos nuestro entorno profesional, veremos que las pistolas más extendidas en Equipos o Unidades Especiales o
Tácticas, son: Sig Sauer y Glock, amen de otras. Pues bien amigos, ni las germano-suizas SIG, ni las austriacas GLOCK, poseen, de serie, en ninguno de sus modelos policiales o de seguridad, Seguros Manuales, siendo Automáticos todos sus mecanismos de seguridad.
En nuestro país, de modo oficial, se usan armas de esas marcas, y me refiero no solo nivel de Unidades Especiales como el Grupo Especial de Operaciones del Cuerpo Nacional de Policía, -GEO- que emplea la Sig Sauer 226, o la Glock 17 que desde hace más de 20 años, usa la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil -UEI-. Muchas son las plantillas de Policía Local, de todo el país, las que adquieren para dotación de sus agentes, armas como las referidas anteriormente, y les aseguro que no está sufriendo accidentes todos los días.
Otras marcas poseen, en catálogo, modelos de pistolas que carecen de Seguros Manuales, si bien, esos modelos NO son de uso generalizado en unidades tácticas en España, al menos, a día hoy. Sin embargo, esos mismos modelos sí son empleados en unidades convencionales. Una de esas armas es la Walter P99.
Muchos, por falta real de experiencia en enfrentamientos, por suerte para ellos, parecen que NO llegan a creer o comprender, algo que algunos instructores repetimos u
na y otra vez, y es que: cuando una persona, tenga el nivel formativo que tenga, entra en la dinámica de un
enfrentamiento armado real, y percibe un riesgo grave contra sí, experimenta una serie de cambios físicos y psíquicos automáticos, que le hacen perder capacidades de todo orden.
Con más rapidez, perderá habilidades quien menos entrenamiento mental y técnico/táctico posea. Cuando se pierdan las Habilidades Motoras Finas, -las primeras que un humano pierde- se perderá capacidad dactilar para, por ejemplo: desactivar seguros manuales. Pero cuando pierda las Habilidades Motoras Complejas, perderá en ese instante, capacidad cognitiva, esto es, discernir, así pues, aún sabiendo que tiene activado el seguro exterior, puede que no llegue a recordarlo durante el encuentro armado. Señores, esto pasa, ya conté antes un caso muy cercano.
Para concluir
Considero que si los usuarios profesionales d
e las armas cortas de este país, tuvieran una correcta y adecuada formación, sería innecesario que los Cuerpos o Unidades, precisaran incluir en sus pliegos de condiciones, a la hora de avaluar armas para concursos de adquisición, la necesidad, casi siempre imperiosamente presente, de presentar Seguro Manual.
De todos modos, no soy un inconsciente, y preparar de modo correcto en tiro policial, a varios cientos de miles de profesionales, se que es tarea imposible con la actual mentalidad, -aunque sería deseable- Al decir, anteriormente, que es tarea imposible, me refiero al NO compromiso de la Administración. Si ella quisiera, todo sería posible. Para ello, hay que invertir algo más de dinero y sobre todo cambiar mentalidades y conceptos. Quizás, por ello, solo en Unidades donde sus miembros poseen una exquisita formación en tiro y de empleo de armas, no son exigidos en los concursos de adquisición, que las armas posean necesariamente Seguros Manuales, para ello, el ejemplo de antes, el GEO o la UEI.
La Administración, a través de sus responsables técnicos profesionales, conoce la verdad, sabe que no podrá proporcionar una real y adecuada formación de tiro al cien por cien de sus funcionarios. Esto es algo que no se admite, es más, será algo que se niegue en público, por ello, siempre se usa como requisito, o al menos, por eso siempre se elige, un arma con sistemas de seguridad de acción Manual, amén de otros sistemas autónomos. En otros casos, los técnicos, no habrán valorado otras opciones o posibilidades mecánicas, y propondrán, per se, l
a adquisición de armas, demasiadas veces, poco acertadas.
Tal cual es el entrenamiento de los que nos rodean, prefiero que el grueso de los funcionarios policiales, posean armas con Seguros Manuales, al menos eso, les dará cierta seguridad subjetiva, y por ende, hasta cierto punto y en cierto modo, evitará más accidentes. Como siempre, existen casos de agentes muy instruidos, incluso en unidades donde la formación es escasa o nula, esos, los realmente formados, habrán conseguido formación de calidad externamente, normalmente privada, otras veces, de modo autodidacta.
Desde el mismo punto de vista que hasta el momento estoy viendo el asunto, o sea, el operativo, desaconsejo el uso de armas, para defensa/seguridad, con mecanismos de Seguro de Cargador, así como las que posean Seguro de Empuñadura. En el caso primero, que contrasentido sería que, estando enfrentados a un agresor, y portando un cartucho en la recámara, tengamos que cambiar de cargador -cambio de cargador Proactivo- y en ese preciso instante, debamos hacer fuego, empelando el cartucho de la recámara, y como quiera que estamos en pleno cambio de cargador, y no hay uno introducido en su brocal…NO PODRÍAMOS ABRIR FUEGO Y USAR ESE CARTUCHO QUE SE ENCUENTRA EN LA RECÁMARA.

Otro supuesto sería que, habiendo perdido el cargador del arma, tras forcejeo, caída, salto, trepa, etc., no podríamos hacer uso de ese cartucho que llevamos en la recámara. Lógicamente, si portamos al cinto otro/s cargador/es, podríamos hacer una nueva introducción, pero... ¿tendremos tiempo…?
En el caso segundo, igual, un contrasentido. Si estando herido en la mano o en el brazo que empuña el arma, o incluso debilitado por otras lesiones, -golpe en la cabeza o hemorragia- no pudríamos asir correctamente la empuñadura del arma, no pudiendo, por tanto, desactivar el Seguro de Empuñadura. Por cierto, para desactivar ese seguro, se requiere de un casi perfecto agarre de la empuñadura. En tal caso, no podríamos abrir fuego con la sola presión del disparador, aunque tengamos un cartucho preparado en la recámara.■

En nuestro país, de modo oficial, se usan armas de esas marcas, y me refiero no solo nivel de Unidades Especiales como el Grupo Especial de Operaciones del Cuerpo Nacional de Policía, -GEO- que emplea la Sig Sauer 226, o la Glock 17 que desde hace más de 20 años, usa la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil -UEI-. Muchas son las plantillas de Policía Local, de todo el país, las que adquieren para dotación de sus agentes, armas como las referidas anteriormente, y les aseguro que no está sufriendo accidentes todos los días.
Otras marcas poseen, en catálogo, modelos de pistolas que carecen de Seguros Manuales, si bien, esos modelos NO son de uso generalizado en unidades tácticas en España, al menos, a día hoy. Sin embargo, esos mismos modelos sí son empleados en unidades convencionales. Una de esas armas es la Walter P99.
Muchos, por falta real de experiencia en enfrentamientos, por suerte para ellos, parecen que NO llegan a creer o comprender, algo que algunos instructores repetimos u


Con más rapidez, perderá habilidades quien menos entrenamiento mental y técnico/táctico posea. Cuando se pierdan las Habilidades Motoras Finas, -las primeras que un humano pierde- se perderá capacidad dactilar para, por ejemplo: desactivar seguros manuales. Pero cuando pierda las Habilidades Motoras Complejas, perderá en ese instante, capacidad cognitiva, esto es, discernir, así pues, aún sabiendo que tiene activado el seguro exterior, puede que no llegue a recordarlo durante el encuentro armado. Señores, esto pasa, ya conté antes un caso muy cercano.
Para concluir
Considero que si los usuarios profesionales d

De todos modos, no soy un inconsciente, y preparar de modo correcto en tiro policial, a varios cientos de miles de profesionales, se que es tarea imposible con la actual mentalidad, -aunque sería deseable- Al decir, anteriormente, que es tarea imposible, me refiero al NO compromiso de la Administración. Si ella quisiera, todo sería posible. Para ello, hay que invertir algo más de dinero y sobre todo cambiar mentalidades y conceptos. Quizás, por ello, solo en Unidades donde sus miembros poseen una exquisita formación en tiro y de empleo de armas, no son exigidos en los concursos de adquisición, que las armas posean necesariamente Seguros Manuales, para ello, el ejemplo de antes, el GEO o la UEI.
La Administración, a través de sus responsables técnicos profesionales, conoce la verdad, sabe que no podrá proporcionar una real y adecuada formación de tiro al cien por cien de sus funcionarios. Esto es algo que no se admite, es más, será algo que se niegue en público, por ello, siempre se usa como requisito, o al menos, por eso siempre se elige, un arma con sistemas de seguridad de acción Manual, amén de otros sistemas autónomos. En otros casos, los técnicos, no habrán valorado otras opciones o posibilidades mecánicas, y propondrán, per se, l

Tal cual es el entrenamiento de los que nos rodean, prefiero que el grueso de los funcionarios policiales, posean armas con Seguros Manuales, al menos eso, les dará cierta seguridad subjetiva, y por ende, hasta cierto punto y en cierto modo, evitará más accidentes. Como siempre, existen casos de agentes muy instruidos, incluso en unidades donde la formación es escasa o nula, esos, los realmente formados, habrán conseguido formación de calidad externamente, normalmente privada, otras veces, de modo autodidacta.
Desde el mismo punto de vista que hasta el momento estoy viendo el asunto, o sea, el operativo, desaconsejo el uso de armas, para defensa/seguridad, con mecanismos de Seguro de Cargador, así como las que posean Seguro de Empuñadura. En el caso primero, que contrasentido sería que, estando enfrentados a un agresor, y portando un cartucho en la recámara, tengamos que cambiar de cargador -cambio de cargador Proactivo- y en ese preciso instante, debamos hacer fuego, empelando el cartucho de la recámara, y como quiera que estamos en pleno cambio de cargador, y no hay uno introducido en su brocal…NO PODRÍAMOS ABRIR FUEGO Y USAR ESE CARTUCHO QUE SE ENCUENTRA EN LA RECÁMARA.

Otro supuesto sería que, habiendo perdido el cargador del arma, tras forcejeo, caída, salto, trepa, etc., no podríamos hacer uso de ese cartucho que llevamos en la recámara. Lógicamente, si portamos al cinto otro/s cargador/es, podríamos hacer una nueva introducción, pero... ¿tendremos tiempo…?
En el caso segundo, igual, un contrasentido. Si estando herido en la mano o en el brazo que empuña el arma, o incluso debilitado por otras lesiones, -golpe en la cabeza o hemorragia- no pudríamos asir correctamente la empuñadura del arma, no pudiendo, por tanto, desactivar el Seguro de Empuñadura. Por cierto, para desactivar ese seguro, se requiere de un casi perfecto agarre de la empuñadura. En tal caso, no podríamos abrir fuego con la sola presión del disparador, aunque tengamos un cartucho preparado en la recámara.■
11 comentarios:
En mi plantilla de PL llevamos la Glock 17, aunque para ser honestos solo yo llevo cartucho en la recamara.
Coincido 100% contigo Ernesto, mucho miedo psicologico y pocas ganas de formarse.
Alex
Gracias por tu comentario Alex. Seguro que te consideran un flipado por trabajar así, en condición 2. Pero antes, cuando todos íbamos con revólver...nadie decía: "...uf, que miedo...5/6 recámaras ...con 5/6 cartuhcos..."
La instrucción en el tiro policial que se hace en la Guardia Civil hace más incapié en evitar a toda costa accidentes que en formar operativamente a los agentes que pueden llegar a tener que enfrentarse a un incidente armado. De todas formas, aunque la responsabilidad para cambiar esa mentalidad es de la Administración, también nosotros (los instructores que tenemos encomendada la función de dirigir los ejercicios de tiro) podemos aportar nuestro granito de arena difundiendo estos conocimientos en la propia línea de tiro, para desarrollar una nueva conciencia entre nuestros compañeros...
Llevo el arma alimentada y sin seguro, veo compañeros sin bala en recamara y con el seguro puesto y si les dieran un candado lo pondrian. Totalmente de acuerdo contigo no deberia de existir el seguro de aleta. Pero el ejemplo del revolver tampoco es valido ya que cuando lo teniamos de dotacion muchos llevaban la primera recamara sin cartucho.de llevar seguro de aleta lo ideal es que impidiera cualquier movimiento del martillo y del disparador así un usuario se daría cuenta de que tiene el seguro puesto, todos hemos visto a algún compañero en la linea de tiro disparar varias veces sin que se produzca disparo y tener que decirle que quite el seguro. Un saludo Jose Moreno
Hola Moreno:
Tienes razón, muchos fueron engañados cuando llevaban el revólver (aún hay quien lo hace, sobre todo en la seguridad privada) y se creyeron que llevan el tambor con una recámara vacía, ante un arrebatamiento del arma, podrían salir airosos. Es un error creer eso. si el que te quita el revólver solo hace n disparo…pues sí, pero no es lo normal. La mayoría de la gente, por instinto (no lo controlamos nosotros) metería el dedo en el arco guardamontes y: pum, pum, pum, daría “caña” varias veces. Por tanto, si en 0,001 segundo no suena…en 0,002 segundos…sonará el disparo.
Ahora bien, ¿hay tantos arrebatamientos del arma a los agentes…? de verdad, hay muy, pero que muy pocos. Empíricamente se sabe que en España hay pocos casos, sin embargo esos mismos número o datos nos dicen que hay más posibilidades (todos los años hay en España muchos casos de agentes que deben usar sus armas de fuego) de que el tirador requiera del uso de varios disparos para eliminar la agresión letal. Por ello, si llevas un revólver de 5-6 disparos, y vacías una recámara…trabajaras con 4-5 disparos como máximo. Eso es poco, puede tan insuficiente que en muchos casos cueste la vida. No merece la pena llevar el revólver con el primer “disparo” vacío.
He hecho pruebas en vacío: he arrebatado el revólver a compañeros de galería, y en muy pocas décimas de segundos…he vaciado 3 disparos… ¿de qué sirvió el tener el primero vacío…? Eso sí, de los tres…solo los dos últimos hubieran sido de “sangre”…
Hola Moreno:
Tienes razón, muchos fueron engañados cuando llevaban el revólver (aún hay quien lo hace, sobre todo en la seguridad privada) y se creyeron que llevan el tambor con una recámara vacía, ante un arrebatamiento del arma, podrían salir airosos. Es un error creer eso. si el que te quita el revólver solo hace n disparo…pues sí, pero no es lo normal. La mayoría de la gente, por instinto (no lo controlamos nosotros) metería el dedo en el arco guardamontes y: pum, pum, pum, daría “caña” varias veces. Por tanto, si en 0,001 segundo no suena…en 0,002 segundos…sonará el disparo.
Ahora bien, ¿hay tantos arrebatamientos del arma a los agentes…? de verdad, hay muy, pero que muy pocos. Empíricamente se sabe que en España hay pocos casos, sin embargo esos mismos número o datos nos dicen que hay más posibilidades (todos los años hay en España muchos casos de agentes que deben usar sus armas de fuego) de que el tirador requiera del uso de varios disparos para eliminar la agresión letal. Por ello, si llevas un revólver de 5-6 disparos, y vacías una recámara…trabajaras con 4-5 disparos como máximo. Eso es poco, puede tan insuficiente que en muchos casos cueste la vida. No merece la pena llevar el revólver con el primer “disparo” vacío.
He hecho pruebas en vacío: he arrebatado el revólver a compañeros de galería, y en muy pocas décimas de segundos…he vaciado 3 disparos… ¿de qué sirvió el tener el primero vacío…? Eso sí, de los tres…solo los dos últimos hubieran sido de “sangre”…
Ernesto.
Hola Moreno:
Tienes razón, muchos fueron engañados cuando llevaban el revólver (aún hay quien lo hace, sobre todo en la seguridad privada) y se creyeron que llevan el tambor con una recámara vacía, ante un arrebatamiento del arma, podrían salir airosos. Es un error creer eso. si el que te quita el revólver solo hace n disparo…pues sí, pero no es lo normal. La mayoría de la gente, por instinto (no lo controlamos nosotros) metería el dedo en el arco guardamontes y: pum, pum, pum, daría “caña” varias veces. Por tanto, si en 0,001 segundo no suena…en 0,002 segundos…sonará el disparo.
Ahora bien, ¿hay tantos arrebatamientos del arma a los agentes…? de verdad, hay muy, pero que muy pocos. Empíricamente se sabe que en España hay pocos casos, sin embargo esos mismos número o datos nos dicen que hay más posibilidades (todos los años hay en España muchos casos de agentes que deben usar sus armas de fuego) de que el tirador requiera del uso de varios disparos para eliminar la agresión letal. Por ello, si llevas un revólver de 5-6 disparos, y vacías una recámara…trabajaras con 4-5 disparos como máximo. Eso es poco, puede tan insuficiente que en muchos casos cueste la vida. No merece la pena llevar el revólver con el primer “disparo” vacío.
He hecho pruebas en vacío: he arrebatado el revólver a compañeros de galería, y en muy pocas décimas de segundos…he vaciado 3 disparos… ¿de qué sirvió el tener el primero vacío…? Eso sí, de los tres…solo los dos últimos hubieran sido de “sangre”…
Ernesto.
Gracias Mc.
Soy guardia civil y llevo la Beretta 92 con cartucho en la recámara y sin seguro, claro que va en una funda antihurto Safariland 6280, si portara la funda "para el hurto" de dotación no llevaría un cartucho en recámara. Los ejercicios de tiro en la GC están superadísimos y son profundamente obsoletos (son una traducción de los años ochenta de un manual de los sesenta). Los pocos que entrenamos algo, gastando de nuestro tiempo y bolsillo somos los "flipados" del lugar.-
En los años 70-80, cuando muchos departamentos de Policía americanos usaban pistolas S&W (que tienen seguro de cargador), algunos defendían que funcionaba como un sistema de retención: si el caco te iba a arrebatar la pistola, accionando el retén del cargador el arma quedaba inservible (aunque tuviera un cartucho en la recámara). Una teoría similar a la de la recámara vacía en el revólver.
Un hándicap importantísimo de este sistema de seguro es que si el cargador no está bien insertado, el arma no dispara. Si no introduces el clip con fuerza, el arma no funciona. Esto me ocurrió en la práctica con una Star PK, que ya sabemos es reglamentaria en muchas unidades de policía de nuestro país.
Perico
De todos modos, ya sabes que coincido contigo en la cuestión de fondo: menos seguros y más entrenamiento (de calidad, claro)
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