domingo, 28 de febrero de 2010

OODA: el iter hacia la reacción (Observar-Organizar-Decidir- Actuar)

Por: Ernesto Pérez Vera

Camino Alto y Camino Bajo, estos son los dos “caminos” que el cerebro y el cuerpo utilizan para, una vez detectada una amenaza, reaccionar ante ella. El Doctor en neurología Bruce Siddle, en uno de sus concienzudos trabajos, así lo concluyó.

Muy resumidamente, el Camino Alto consiste en:

1º.- Mediante los sentidos, principalmente el de la vista, el cerebro recibe información sobre una amenaza, o lo que es igual, un estímulo que precisa de respuesta. En este punto: se OBSERVA.

2º.- El tálamo recibe la información que le llega desde el sentido que ha detectado la amenaza. Por tanto, el tálamo es el que ORGANIZA la información recibida.

El tálamo es una estructura neuronal que se ubica en el centro del cerebro, de ese modo está muy protegido.

3º.- La corteza cerebral recibe esos datos desde el tálamo, y comienza a evaluar la situación. En este punto se DECIDE como actuar.

La corteza cerebral se denomina también córtex cerebral y está conformado por un conjunto de terminaciones nerviosas localizadas sobre ambos hemisferios cerebrales.

4º.- Por último, la amígdala -conjunto de neuronas cerebrales- ACTÚA y ordena al cuerpo la ejecución de una acción.

Como se puede intuir, cuando el organismo actúa “por este iter” es que la reacción que se precisa no lo es ante un estímulo o ataque súbito o espontáneo, de lo contrario no se consumiría tiempo en el OODA (Observar-Organizar-Decidir-Actuar). Esta es una respuesta cognitiva, o sea que se puede “meditar” aunque sea en muy brevísimo espacio de tiempo de difícil cuantificación.

Cuando se produce un ataque súbito o un estímulo espontáneo, las cosas cambian. En estos casos, la respuesta del cuerpo debe ser mucho más rápida. Hablamos de supervivencia extrema. Por ello, los pasos interiores del cerebro se acortan, se toma el “camino bajo”. Ahora, la respuesta es totalmente emocional.

Ante una acción hostil, por total sorpresa, los pasos son los siguientes:

1º.- Como antes, y por lógica, el cerebro recibe la primera información a través de los sentidos, casi siempre por la visión: OBSERVA.

Los datos son remitidos al tálamo, que a su vez, y sin pasar por la corteza cerebral, los manda a la amígdala.

El tálamo, como antes, ORGANIZA los datos que recibe de los sentidos.

2º.- La amígdala, de forma inmediata, establece una respuesta refleja.

Los reflejos son actos incontrolados que surgen ante sorpresas y que, en determinados casos, ayudan a la supervivencia, o la prepararan.

La amígdala “recorta” los tiempos y para aumentar las posibilidades de supervivencia: DECIDE Y ACTUA.

3º.-Ya, en estos casos, el cuerpo experimentará cambios fisiológicos, aún si la alerta era falsa.

En estas situaciones, la respuesta es súbita y emocional. Los reflejos son actos no controlados por quien los sufre; son actos involuntarios que, de algún modo, prevén una defensa. Un típico caso de espasmo autónomo es el cierre de la laringe -larigoespasmo- en las personas que están próximas a ahogarse. El fin es obvio: evitar, en la medida de lo posible, la inundación, por agua, de los pulmones a través de las vías aéreas.

El tema que tan resumidamente hemos visto hoy, es una “ampliación” de lo que se publicó, con mi firma, el día 8 de julio de 2009 en este mismo blog. Por cierto, aquel artículo fue el que estrenó este blog, y se puede leer en este enlace:
http://tirodefensivocampodegibraltar.blogspot.com/2009/07/fisiologia-en-el-enfrentamiento-armado.html

El OODA es un sistema muy sencillo que aclara los pasos que cualquier persona sigue, quiera o no quiera, antes de tomar una decisión. Esto es aplicable en todos los órdenes, no solo a nivel táctico militar o táctico policial. De hecho, nuestro cerebro actúa de este modo en cada acción que nuestro cuerpo lleva a término.

El concepto OODA lo puso en boga, tras su amplia experiencia como piloto de combate en la IIª G.M y Corea, el Coronel John Boyd de la USAF (Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos de América). Sabiendo “manejar” este sistema, podremos mandar datos erróneos a nuestro contrario y eso, en según que casos, nos podrá dar la ventaja de anticiparnos a la acción hostil. En realidad, es muy sencillo, este método lo usamos todos los días, pero cuando se trata de aplicarlo a la defensa policial o reactiva, nos cuesta más trabajo entenderlo.

Cuando subimos a ver a nuestro jefe para negociar vacaciones o subidas de sueldo, o incluso cuando vamos a realizar una venta o transacción de bienes, ya tenemos preparadas, en la mente, una serie de respuestas y preguntas; esto lo hacemos para no ser sorprendidos durante la reunión, negociación o transacción. Pues, en el tema de la defensa y reacción es igual, o debería serlo. Tener preparadas distintas respuestas de reacción en la mente, puede ayudar de forma muy positiva cuando somos acometidos por sorpresa.

Por cierto. Este Piloto, el Coronel Boyd, también descubrió, en su momento, que los mandos de los aviones de combate no estaban diseñados para tal fin. Descubrió que los ingenieros de aviónica diseñaban mandos “atractivos” pero nada operativos en situación real de total estrés (la Habilidad Motora Fina, o Digital, se pierde muy pronto durante una situación que se prevé gravemente hostil). Por ello, cuando un piloto se entregaba al fragor del combate aéreo, no siempre podía manejar, con eficacia y soltura, los “minúsculos” mandos y botones de aviónica de su aeronave.

Tras este y otros estudios y análisis, el Coronel y algunos de sus colaboradores fueron oídos y utilizados, durante décadas, por el Pentágono. Se convirtieron en imprescindibles asesores de estrategia para combates aéreos.■

sábado, 6 de febrero de 2010

Un resistente veterano: Chaleco balístico de INDUYCO, casi con cuatro lustros, pasa la prueba de “fuego”

Por: Ernesto Pérez Vera
Siempre leemos sobre pruebas de fatiga y resistencia de productos nuevos que acaban de llegar al mercado, o pretenden alcanzarlo. Se nos suele hablar de tal o cual bota táctica; de tal o cual pantalón de intervención o de tal o cual chaleco antibalas, pero siempre son eso, productos que quieren ganar campo en el mercado. Por ello, además de ser nuevo el producto, también se analiza, prueba y evalúa una pieza “de paquete”, o lo que es lo mismo, una pieza a estrenar de fábrica.

Pues bien, hace un año, un buen amigo y compañero me regaló un chaleco antibalas de uso externo, y de dotación en la Guardia Civil. El chaleco, tras cinco años de servicio “activo” había sido “jubilado”. Pero esto, -la jubilación- había ocurrió tres años antes de que yo lo recibiera, por tanto, como muy poco, tendría 8 años de fabricación. Mi amigo lo recuperó de una vieja taquilla, lugar donde había permanecido “tirado” junto a otros equipos y materiales obsoletos.

El “regalo”, por el motivo que sea, venía sin etiquetas que pudieran identificar la marca y modelo, -fueron eliminadas para realizarme el presente- pero tras varias gestiones, puedo afirmar que el chaleco fue fabricado, en su día, por la empresa española INDUYCO, siendo la denominación de este modelo: MGC. El chaleco pertenece a una partida de entre 2.000 y 5.000 unidades que se fabricaron para diversas unidades del Benemérito Instituto que, durante 1991-1992, prestaron servicio en los dispositivos de seguridad y protección de las Olimpiadas Barcelona de 1992. Seguramente, también acabaron en manos de unidades destinadas a labores de protección del otro evento del año “92”: la Exposición Universal de Sevilla, la Expo-92.

Durante muchos años, las firmas INDUYCO y FEDUR -ambas españolas- han surtido de chalecos de protección balística, y de otros productos, al Cuerpo Nacional de Policía y a la Guardia Civil, amen de a otras fuerzas nacionales y extranjeras. A día de hoy, INDUYCO es el mayor proveedor de productos de protección de las Fuerzas Armadas españolas y de otras extranjeras. A nivel de chalecos antibalas, y en la actualidad, quizás sea FEDUR el mayor suministrador de chalecos para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (CNP y GC). Por tanto, debemos entender que cada una de estas marcas tiene un cliente predilecto, en un caso las Fuerzas Armadas (militares) y en el otro caso las Fuerzas de Seguridad (policías).

La Guardia Civil somete a pruebas especialmente duras a los chalecos balísticos que participan en los concursos de suministro del Cuerpo. Al igual que el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Autónoma Vasca, la Benemérita somete a los chalecos a la dura prueba de soportar, a 5 metros de distancia, ráfagas de subfusil del calibre 9 m/m Parabellum/Luger con proyectil blindado/encamisado/FMJ.

Volviendo a mi “regalo”. Una vez recibí el chaleco, nunca se me pasó por la mente usarlo para el trabajo, no solo por su “veteranía” sino por su color -yo visto uniforme azul y el protagonista de esta crónica es de color verde- Además, la talla, era una enorme XXL. Precisamente, eso, su enorme tamaño, y aquello que decía al inicio del artículo, me dieron una gran idea: aprovecharlo para efectuar numerosas pruebas de resistencia balística. Con tamaña superficie, se podrían efectuar muchísimos disparos sin que las zonas afectadas por los impactos, provocará “contaminación” al resto de la superficie donde poder continuar disparando. La cuestión era: ¿un chaleco fabricado hace casi 20 años, y usado durante varios, soportará una prueba de “fuego?

La prueba de tiro se efectuó con una pistola Beretta mod. 92 del calibre 9 m/m Parabellum/Luger, y a distancia de 5 metros. El chaleco, mejor dicho, el paquete balístico, -para la prueba se le quitó la funda exterior- se colocó delante de un cubo metálico en el cual se ubicaba una superficie de plastilina balística que estaba en contacto con la cara interior del chaleco. La temperatura de la plastilina era la ambiente, y no la que se considera ideal, esto es: no inferior a 20ºC ni superior a 24ºC.

Se dispararon proyectiles de diversas marcas, tipos y composiciones, proyectiles de los cuales se esperaba un comportamiento terminal que, en algunos casos, fue diferente al mostrado finalmente. Así pues, el elenco lo compusieron: varios proyectiles de punta hueca; blindados; de plomo; semiblindados y desintegrator/frangibles.

A excepción de dos proyectiles, el resto fueron detenidos por el chaleco. De los que se detuvieron en el chaleco tras el impacto, algunos provocaron, en la plastilina, traumas de cierta magnitud. Otros reflejaron traumas de no tanta importancia.

Los proyectiles que penetraron en el paquete balístico, también cruzaron, por completo, el “cuerpo de plastilina”, introduciendo en el canal o cavidad permanente de la penetración, numerosos restos de fibra balística.

Seguidamente se exponen, de modo muy somero, datos obtenidos durante la prueba

Cartuchos que consiguieron traspasar el chaleco:
Remington Desintegrator de proyectil Plated
Remington Desintegrator de proyectil Jacketed

Cartuchos que, sin penetrar, provocan “gran” trauma en la plastilina:
Remintong Desintegrator de proyectil encamisado de 124 grs. (CTF)
Fiocchi proyectil EMB
Remintong FMJ 124 grs.

Cartuchos que, sin penetrar, provocan trauma “medio/alto” en la plastilina:
Remington Golden Saber 147 grs.

Cartuchos que, sin penetrar, provocan trauma “mediano” en la plastilina:
Semiblindada RWS
Magtec Punta Hueca
Fiocchi Black Mamba 100grs

Cartuchos que, sin penetrar, provoca trauma “leve” en la plastilina:
Semiblindado troncocónico DAG
Punta Hueca del grupo Ruag 147 grs.

Cartuchos que NO penetran y no provocan trauma apreciable sobre la plastilina:
Frangible Greenshield Simunition 82 grs.
QD2, de MEN

Cabe reseñar que, como era de esperar, el chaleco no soportó las embestidas de armas blancas. El paquete balístico, casi sin esfuerzo, fue fácilmente atravesado por dos navajas. Cuando se fabricó este chaleco, -principio de los años 90, del siglo XX- no eran usados, como norma general, componentes textiles que detuvieran pinchazos y cuchilladas.

Hay que significar que los proyectiles Desintegrator de la marca Remington, incluso en chalecos de moderna manufacturación y de nivel de protección IIIA, suelen penetrar si el paquete balístico no posee un nivel especial de protección añadido. Estos proyectiles, como otros tantos de tipo Frangible, están diseñados para que al impacto, en duras superficies o cuerpos, se descompongan en polvo o pequeños trozos. Aún así, los Desintegrator de la marca Remington se están comportando de modo sorprendente y, en principio, de un modo no deseado cuando se usan contra chalecos. Por todo ello, personalmente, considero que éste modelo de chaleco INDUYCO ha pasado la prueba sobradamente. Pese a los muchos años que hace que nuestro “ejemplar” salió de “fábrica”, -año 1991- ha soportado las “embestidas” de muchos proyectiles de uso habitual a todos los niveles, incluso a nivel delincuencial.

Tras realizar la prueba, y conociendo los resultados, me puse en contacto con la empresa fabricante del chaleco, la cual, en la persona de uno de sus representantes, Eduardo Vélez, me atendido de forma muy cortés. Al Sr. Vélez no le resultó extraño que su producto, pese a su longeva edad, soportará las muchas descargas recibidas con proyectiles convencionales, especialmente los blindados. Una de las frases que oí en esa conversación fue: sabemos lo que fabricamos.

En consecuencia, podríamos sacar la conclusión de que la antigüedad del chaleco no es la principal causa que puede obligar, al usuario, a cambiar de producto. Quizás el mal uso y conservación de la prenda provoque deterioro de los materiales, y con ello se puedan perder propiedades, pero no necesariamente la edad será la causa de pérdida de capacidades protectoras. El Instituto Nacional de Justicia de los Estados Unidos de América (NIJ), en 1986, así lo determinó tras numerosas pruebas y estudios.

Una vez finalizada la prueba sobre el chaleco, un amigo, presente en el lugar, ofreció la oportunidad de probar el comportamiento y resistencia de una Plancha Balística de Refuerzo de la marca Active Armour, RPS Klass-C, construida al 100% con Dyneema.

La plancha fue colocada sobre la misma plastilina balística del test anterior, eso sí, debidamente aplanada, pero a la misma temperatura. La prueba también se efectuó a 5 metros de distancia y con la misma pistola Beretta mod.92.

Todos los cartuchos utilizados en la prueba fueron detenidos por la plancha, la cual está confeccionada con numerosas capas de DYNEEMA compactado y “sellado”, en sus extremos, mediante una funda. Todos los impactos causaron un trauma importante pero no existió penetración en ningún caso.

Los cartuchos utilizados, en esta prueba, fueron los que siguentes:
- Desintegrator de Remington: Jacketed, Plated y CTF (Copper Tin Frangible)
- Fiocchi (EMB) Expanding Monobloc Bullet
- FMJ Hirtenberg (provocó muy poco trauma)
- Remington Golden Saber 147grs

La Dyneema es una fibra extremadamente dura y resistente. La patente de fabricación de esta fibra la tiene Royal DSM NV, con sede en los Países Bajos. La empresa está dedicada al estudio, desarrollo y fabricación de materiales de empresa. La fibra Dyneema se emplea, cada día más, no solo en la construcción de materiales de protección balística sino en automoción, cuerdas, cables y hasta velas para embarcaciones.

La página web de la firma, literalmente dice:
DSM Dyneema es el inventor y fabricante de Dyneema®™, la fibra más fuerte del mundo. Dyneema® es una fibra de polietileno superfuerte, que ofrece la máxima resistencia combinada con el mínimo peso. Es hasta 15 veces más fuerte que el acero de calidad y hasta un 40% más resistente que las fibras de aramida. Dyneema® flota en el agua y es extremadamente perdurable y resistente a la humedad, la luz UV y a los productos químicos.

Dyneema®TM se fabrica como un componente importante en las cuerdas, cables y redes en la pesca, la navegación y el mar. La Dyneema® también se usa en los guantes de seguridad para la industria metalúrgica y mecánica, y en hilos finos para aplicaciones en artículos deportivos y del sector médico. Además, Dyneema®, también se utiliza en la fabricación de chalecos resistentes a las balas y demás ropas y materiales para la policía y personal militar.

Quiero agradecer a J.J. “Ronin” su imprescindible colaboración en este trabajo, así como su amistad. Asimismo, extiendo el agradecimiento a M. Ángel, quien, muy amablemente, puso a mi disposición las instalaciones policiales que de él dependen.

Periódico ARMAS “Especial noviembre 2010”